Es la una de la mañana. Con mis compañeros esperamos a la entrada de un lugar de mala muerte, porque supuestamente podríamos entrar con facilidad... pero no fue así.
El pensar en el día de hoy, había prometido mucho para todos nosotros, pero los augurios eran innegables. Quise ser positiva, quise creer que el día sería perfecto, pero obviamente, mi instinto corrio por encima de lo que yo quería y el karma o alguna otra entidad poderosa y misteriosa se encargó de arruinarlo para todos, o bueno, a los que somos demasiado torpes como para consiguir documentos.
Huele a tabaco y a lluvia... a Francisco le gusta eso... a mí, me enamora.
Mis amigos cercanos parecen cansados. No es su ambiente, claro.
No hay una estrella, llueve estruendosamente, no podemos entrar... pero el olor del tabaco, me asegura que puedo estar peor...
El pensar en el día de hoy, había prometido mucho para todos nosotros, pero los augurios eran innegables. Quise ser positiva, quise creer que el día sería perfecto, pero obviamente, mi instinto corrio por encima de lo que yo quería y el karma o alguna otra entidad poderosa y misteriosa se encargó de arruinarlo para todos, o bueno, a los que somos demasiado torpes como para consiguir documentos.
Huele a tabaco y a lluvia... a Francisco le gusta eso... a mí, me enamora.
Mis amigos cercanos parecen cansados. No es su ambiente, claro.
No hay una estrella, llueve estruendosamente, no podemos entrar... pero el olor del tabaco, me asegura que puedo estar peor...
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